25 marzo 2006

NUNCA MAS

¡¡Hola a todooooos!! Antes que nada le cuento que mi larga ausencia se debió a que coseguí trabajo, y como el mismo contiene turnos rotativos, paso mi teimpo libre durmiendo. Pero hoy me movilizó algo muy fuerte para volver a opinar ante ustedes, mis queridos amiblogs. Me movilizó esa gente que aún lo recalam y lo defiende, esa gente que sigue diciendo "algo habrán hecho", esa gente que todavía discute si fueron 30.000 u 8.000 los desaparecidos, cómo si importara cuántos fueron y no lo que les hicieron y dónde están.
He visto, en fin, muchas cosas en todos los medios, pero yo quise poner mi pequeñísimo granito de arena. Y para eso les traje dos escritos que encontré en uno de mis libros de Historia Argentina, que es ni más ni menos que el famoso Los Mitos de la Historia Argentina 2, de Felipe Pigna. El primero es un párrafo de una obra de Juan Bautista Alberdi, "El crimen de la guerra", y está fechado en 1870. Les pongo la fecha para que vean el carácter premonitorio del párrafo:
"Dad ejército a los países que no tienen enemigos ni necesidad de hacer guerras y crearéis una clase que se ocupará de hacer y deshacer gobiernos, o lo que es igual, de hacer la guerra del país contra el país a falta de guerras extranjeras. El ejército degenerará en clase gobernante y el pueblo en clase gobernada o sometida."

El segundo pertenece al Código de Honor del Ejército de Los Andes, que creó el General José de San Martin antes de realizar el Cruce de Los Andes, en enero de 1817. En una de sus partes, este Código decía:
"La Patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuánto es creada para mantener el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares. Las penas aquí establecidas y las que se dictasen según la ley serán aplicadas irremisiblemente: sea honrado el que no quiera sufrirlas, la Patria no es abrigadora de crímenes"

No quiero agregar nada más a estas joyas que dos grandes próceres nos dejaron, porque sería quizá palabreria sin sentido. Y a esa gente que mencioné antes que me movilizó, la que defiende y reclama el golpe, la que sigue diciendo "algo habrán hecho", la que discute la cantidad de desparecidos, sólo tengo dos cosas que decirles: primero, que se nota que a ellos no le llevaron a nedie que querían; y segundo, ¡¡¡¡¡¡¡VAYANSE A LA REPUTA QUE LOS REPARIÓ!!!!!!!